domingo, 18 de julio de 2010

Nuestra Sra. de las Fuentes - Amusco


Se encuentra esta villa a una treintena de kilómetros de Palencia al borde la carretera N.611. que conduce a Santander. Fue feudo de la familia Manrique y contó con una importante judería de la que todavía quedan algunos restos.

En Amusco nos encontramos con dos interesantes muestras del románico palentino.

Nuestra Señora de las Fuentes es Monumento Histórico-Artístico desde el 24 de Octubre de 1963.

Es uno de los inmuebles más bonitos y mejor conservados de la provincia. Los cuidados permanentes por parte de los responsables del pueblo son un ejemplo a seguir por ayuntamientos en cuyo territorio se encuentran otros destacados edificios.

Cronológicamente este templo se sitúa en épocas ya góticas pero toda su estructura responde a conceptos del románico.
Tiene tres naves rematadas por los ábsides correspondientes. El central es semicircular y tiene exteriormente dos columnas que lo dividen desde el alero al suelo. Una imposta lo divide horizontalmente. Por encima de ésta se abren tres ventanas con arcos de medio punto. Las dos de los lados llevan un par de columnas con sus capiteles y la central, un poco más alta tiene el arco formado por arquivoltas sin decorar y guardapolvos con puntas de diamante. Debajo del alero hay una serie de canecillos con motivos diversos.

Los ábsides laterales son cuadrados. El del sur cuenta con sendas ventanas en los dos lados descubiertos. Su arco es de medio punto compuesto por tres arquivoltas con columnas y capiteles semejantes a las del ábside central. También tiene interesantes canecillos bajo el alero. El ábside del norte tiene una aspillera sin adornos y el alero apoyado en modillones que probablemente sustituyen a canecillos deteriorados. Tras la cabecera sobresalen los brazos del crucero con ventanales en ambas direcciones. En la facada sur se abren dos ventanas más, una de ellas situada debajo de la ya indicada del crucero.

En esta fachada sobresale la portada de arco abocinado y apuntado. La formas seis arquivoltas y el guardapolvo exterior. Todo el conjunto reposa sobre cimacios con sus capiteles tallados con motivos vegetales. Los fustes son nuevos.

En el muro oeste hay otra portada mucho más sencilla sobre la que se situa una ventana ya completamente gótica y una espadaña de un solo vano.

El interior resulta particularmente bello por su sencillez y austeridad. Cada nave se divide en cuatro tramos con bóvedas de crucería apoyadas en pilares cruciformes con medias columnas adosadas. Merecen mención destacada el altar mayor y el atril del Evangelio.

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