domingo, 6 de junio de 2010

Cripta de San Antolín


La ciudad de Palencia, capital de la provincia, encierra dos monumentos románicos del más alto interés. El primero es:

La Cripta de San Antolín

Según la leyenda los restos del mártir francés san Antolín llegaron a Palencia en el año 672. A finales de ese siglo el rey Wamba mandó construir una cripta visigótica para albergarlos. Casi 400 años más tarde esos restos son descubiertos por Sancho el Mayor que confiere apariencias milagrosas al hallazgo debido a intereses políticos y ordena la construcción de un nuevo edificio al obispo Ponce o Poncio de Oviedo.

El nuevo templo es dedicado a San Antolín en 1035 según acreditan documentos existentes. El obispo aportó a la edificación soluciones usadas en Asturias en Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo.

Se trata de una nave rectangular dividida en cuatro secciones por arcos fajones que sostienen la cubierta de medio punto. Los arcos y la bóveda arrancan del suelo por lo que no hay muros. El ábside en forma de semicírculo irregular esta sustentado por tres arcos de los que son ciegos los laterales y el del medio da paso a la cripta visigótica de Wamba.

Esta cripta contiene por lo tanto todos los elementos que serán la base del románico y puede considerarse el primer ejemplo de este estilo arquitectónico en España. No existen adornos escultóricos ni grabados que, por otra parte, no son necesarios.

Sobre todo ese conjunto se levantó con posterioridad la actual catedral.

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