jueves, 5 de agosto de 2010

Iglesia de San Esteban - Lomilla de Aguilar


Entre Aguilar y Vallespinoso. Se llega a Lomilla, saliendo de Aguilar, por la carretera nacional 611 que va a Palencia. Recorrer unos seis kilómetros y hay cruce a la derecha que lleva a Lomilla, pueblo que se ve desde la carretera.

Iglesia de una sola nave, de unos 19 metros de largo al exterior y sólo 5 de anchura. Bien armada en su arquitectura, lleva ábside semicircular, con una sola ventana y tres calles separadas por contrafuertes prismáticos. La cornisa mantiene variados canecillos: monje sentado que toca instrumento de viento, animales más o menos naturalistas, representaciones de vicios (mujer con las serpientes en los pechos -lujuria- o avaro con la bolsa colgada), espirales, proa de nave, etc. La puerta es lo más notable al exterior con arquivoltas apuntadas de baquetón y escocia sin decoración, que apoyan sobre columnas, dos a cada lado, de capiteles totalmente lisos, aunque alguno esboza una piña bastante finamente tallada. Los cimacios llevan círculos tangentes con cuatrifolias inscritas. Si la arquitectura está bien compuesta, la escultura queda casi reducida a los canecillos y a algún cimacio.

El interior lleva en la cabecera ábside y presbiterio. El primero tiene una sola ventana central sin columnas ni capiteles, con simples abocinados a cada lado. Las bóvedas y arcos son de cañón apuntado, y sólo el toral apoya sobre capiteles totalmente lisos. La bóveda de la nave se refuerza con perpiaños también apuntados (cuatro) que descansan sobre ménsulas de pirámides escalonadas sin ninguna decoración. La cronología puede estar en años avanzados del XIII, con absoluta despreocupación por lo escultórico, indicándonos que las influencias de los grandes tallistas de Aguilar y San Andrés se están apagando completamente, refugiándose sólo, prácticamente, en los canecillos.

(según el Prof. García Guinea)

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