domingo, 5 de septiembre de 2010

Monasterio de Santa María de Lebanza

No lejos de San Salvador de Cantamuda, en la escondida montaña, existe hoy un edificio de la época de Carlos III que sustituyó al viejo monasterio de Santa María de Lebanza que tuvo desde el siglo X una gran importancia en el área devocional de los valles de Pernía y Liébana. Parece fue fundado por los condes de Liébana, Alfonso y Justa en 932, siguiendo con vida e influencia durante la época románica, pues en 1179 el obispo D. Raimundo amplió y reedificó la iglesia. De este momento es el único resto románico que existe: dos capiteles iconográficos que en un tiempo fueron adquiridos por el Fogg Art Museum de Harvard, donde se conservan. Uno lleva la figura de Cristo, brazos en alto, mostrando las llagas, con los cuatro emblemas de las evangelistas, y la leyenda en lo alto del cimacio que dice:

PETRUS CARO PRIOR (F)ECIT ISTA ECLESIA ET DOMUS ET LAUSTRA ET OM(NI)A QUE ABE FUDAT ERA MCCXXIII

Nos da pues, y muy claramente, la fecha de su realización (1185) y el nombre del prior: Petrus Caro, que hizo la iglesia, el claustro y la casa. Su datación nos servirá para la fijación aproximada de la actividad de la escuela escultórica que tanto trabaja en los finales del siglo XII en este norte palentino.

El segundo capitel tiene la repetida escena de las Marías ante el sepulcro y lleva también una leyenda en estos términos:

ISTO ARCO FECI RODRICUS GUSTIVS VIR VALDEBONU(S) (M)ILITE ORATE PRO ILO

Si este Rodrigo Gustios, además de soldado, hizo estos capiteles (o tan solo ese "FECI" quiere decir que "pagó" o "mando hacer") habría que considerarle el autor también del apostolado de Moarves, pues su estilo es idéntico y, por tanto, muy conectado con los maestros de San Andrés de Arroyo.

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