sábado, 1 de junio de 2013

Parroquia de Santa Ana - Cantoral de la Peña

A este pueblo se llega desde Cervera de Pisuerga cogiendo la carretera de Guardo. En esta misma vía, a unos ocho kilómetros está Cantoral.
En la parroquial de Santa Ana, junto al altar, se conserva esta interesante pila de bautismo, que no parece muy lejana, ni en cronología ni en decoración subsidiaria (trenza bajo el borde de la copa con flores cuatripétalas y octopétalas inscritas en los óvalos) a la de Rebanal de las Llantas. Tiene 110 cm de diámetro y 81 de altura, es de forma normal - troncocónica invertida - y posee una basa contemporánea de la copa con dos toros más o menos marcados que se llenan de decoración: el que apoya sobre el suelo tiene tallado un vastago vegetal que sale de la boca de unos leones; el que soporta más directamente la copa se decora con sencillo sogueado en trenza.
La copa comienza ya en su parte inferior con un retalle de ondulado con carácter de exciso sobre el que se superponen todas las figuras que también en relieve continuo, como en Rebanal, componen una serie de escenas que son las siguientes: una, que parece completa, que recoge el momento en que un caballero desciende de su caballo y va a enfrentarse a pie y armado con espada y escudo contra un espantoso monstruo alado y cola serpentiforme que muerde con rabia el arma defensiva del guerrero. Este se cubre con casco y cota de mallas, al parecer, y es ayudado por un ángel entronizado que detrás de él le protege e impulsa. El caballo abandonado y ajaezado está a la izquierda. Este tema se ve también en un capitel de la Colegiata de Santularia, aunque en este claustro montañés el animal aparece despedazado por los lobos al ser abandonado por el caballero. Detrás del dragón quedan tres figuras sacerdotales bajo arcaduras de medio punto dobladas, que parecen relacionarse entre si a través de las manos. El central lleva vestimenta sagrada y empuña con la izquierda un báculo y con la derecha bendice; el que está a su izquierda toca con su derecha al central y con la izquierda porta un libro o un vaso, y el de su derecha junta también su mano al que bendice. Todo ello es muy posible se trate de un rito realizado por sacerdotes. La última escena de la copa son dos monstruosos grifos afrontados que muerden entre sus manifiestas mandíbulas un objeto de difícil identificación.
El tema central de la lucha del caballero con monstruo es posible venga a significar la lucha del bien (ángel y caballero) contra el mal (monstruo feroz), y los tres personajes a la iglesia como salvadora por el bautismo. Puede ser así.
Entre cada flor del borde decorado con el que termina la pila cuelga un pequeño arco, que forma en conjunto una arquería casi toda apuntada.
La cronología, igual que en Rebanal de las Llantas, finales del XII (los arquillos ya apuntan), pero siempre con una técnica bastante ingenua y rural.


(Románico en Palencia - Prof. García Guinea)

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