En Frontada existió, muy próxima a la iglesia, una interesante panera románica, cilla quizás, del monasterio
de Santa María de Aguilar, que
desapareció con el pantano. El Profesor García Guinea llegó a verla en casi su
total integridad monumental, pues
cuando realizaba su estudio inicial
sobre el románico palentino durante la
década de los años cincuenta todavía
conservaba todos sus muros, aunque
el interior estaba ya vacío y abandonado.
Llegó pues a publicar y a
recoger detalles de este llamado" Granero de Frontada ", edificio rectangular de reducidas dimensiones,
construido en buena sillería y que
tenía en el muro lateral del Este una
extraña arcadura de tres arcos de
herradura apuntada con cimacios
bellos de cuatripétalas inscritas en círculos tangentes . Dicha arcadura, que
se veía a travesaba el muro, estaba a
la sazón cegada con aparejo de mampostería. Como a su vez era visible al
exterior su tangencia con la roca virgen. Ya apuntaba en su "El arte románico
en Palencia". 1ª edición, que : "¿si se quitase el mampuesto
que cierra las arcaduras no podría
uno encontrarse con alguna construcción
o capilla bajo la roca?".
Evidentemente así ha sucedido.
Cuando hace muy pocos años ( 1991 -
1993), por deseo y con ayuda de la citada
Confederación, se inició con el
Centro de Estudios del Románico una
excavación metódica de la inclinada
ladera que une a la iglesia con el
" Granero " , se halló una interesante
necrópolis medieval, excavada en la
roca, con numerosas tumbas.
Metiéndonos
en el "granero", cuyos muros,
sillería y arcos, fueron expoliados como
consecuencia del abandono del pueblo,
se pudieron renovar las hiladas inferiores de
la construcción, así como los cimientos
de la interesante arcadura que, como se
pudo comprobar, se abría a un ábside
rupestre, pequeño, en el que se había
labrado en la misma roca una sepultura.
Así , el misterio del "Granero de
Frontada" quedó desvelado. Antes que
"granero" o cilla, si es que esto lo fue
alguna vez, fue una iglesia rupestre -
como las que ya se estudiaron en la
comarca de Mave o en tierras de
Valderredible - donde sin duda se veneró
una Virgen soterraña que, según la tradición
del pueblo, apareció junto a una junquera
gracias a que un toro llamó la atención
bramando y escarbando. Según lo
que pudo deducirse, esta devoción a una
virgen soterraña se confirmaba con la
aparición de una capilla rupestre. Dicha
capilla parece que debió de hundirse,
derrumbándose la fina capa de roca de
su cubierta, quizás a fines del siglo XII ,
por lo que el viejo espacio de la nave se
cerró con muros de sillería, construyéndose
las ya citadas arcaduras para dar
paso al ábside rupestre.
Cuando en
algún momento se optó por trasladar la
imagen a la iglesia superior; se cerró la
arquería y fue entonces cuando tal vez
llegó a utilizarse como cilla.
En las excavaciones de la única
nave, en el relleno de escombros, apareció
muy cerca del muro meridional otro
capitel decorado sólo con hojas de acanto
acanaladas, de muy buena factura y
emparentado con el estilo de los del crucero
de Santa Eufemia de Cozuelos.
Románico en Palencia-Prof. García Guinea
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